viernes, 16 de agosto de 2013

La curiosidad del gato

El gato es un animal muy curioso, su instinto de cazador hace que cualquier objeto insignificante puede atrapar su atención y, a veces, ponerlo en cierto peligro. Lo que más llama su atención es todo lo que tenga la forma de un hilo del que ellos puedan tirar. Allí el peligro consiste en que pueden coger cables y quedar electrocutados. Es aconsejable que todos los cables se escondan o se tapen para que ellos no los vean, sobre todo cuando son pequeños.

También les atrae mucho la atención las bolsas de plástico y suelen esconderse dentro, con el peligro que esto ocasiona. Hay que tener en cuenta que para ellos no existe la imposibilidad de subir a algún sitio, siempre se las ingenian para trepar donde sea, eso indica que hay que tener especial cuidado en las cocinas, sobre todo de pequeños.

También es muy posible que al tener lavadoras con entrada adelante en alguna oportunidad estén adentro, o también dentro de algún bolso mal cerrado. Todo esto trae aparejado numerosos peligros a los cuales están totalmente expuestos.

                            

Cualquier cosa es suficiente para interesarlo y motivarlo a jugar. Esta curiosidad crónica se ejerce en ocasiones, a pesar de la prudencia, puede correr riesgos importantes. No hay edad para tener curiosidad para todo. Los gatitos nacen sordos y ciegos. Se desplazan arrastrándose por el piso, y dejan una huella con su olor que les permite reencontrar su camino al interior de su nido. Antes de abrir los ojos, apenas si se puede atribuir sus paseos a la curiosidad: el cerebro del cachorro se ha terminado de desarrollar.

 Hacia los 8 ó 10 días, el cachorro abre los ojos, lo cual le permite descubrir el universo. Comienza entonces a observar todo lo que lo rodea. A esta edad su curiosidad no puede ser todavía perfectamente saciada, pues se arriesga demasiado poco fuera de su nido, entre el sueño y las mamadas.
Hacia las tres semanas los gatitos son ya capaces de coordinar sus movimientos. Ellos ensayan y buscan tocar objetos y realizan sus primeras y verdaderas exploraciones. Estas tentativas, son tímidas y el mínimo acontecimeinto provoca un rápido retorno hacia su madre. El cachorro se interesa por todo lo que él descubre: mordisquea, lame la superficie y los objetos que el encuentra, y se familiariza con su medio cada vez más amplio.

La curiosidad, el juego y el mimetismo son comportamientos característicos del gato. Por ejemplo, viendo abrir el hombre una puerta, el gato tendrá la idea de imitarlo y accionar el mismo la manija, actitud que puede considerarse un juego, pero justificada por el interés de lo que puede encontrar detrás de la puerta. El gato está dotado de una gran capacidad de aprendizaje, que no podría explicarse si no fuera porque está permanente devorado por una curiosidad insaciable.
Un gato que no puede satisfacer su curiosidad se aburre, y sufre entonces diversos problemas de comportamiento (bulimia, marcación excesiva del territorio, toilette obsesionante, etc.)

 Fuentes: Gatos.mascotia y Catchow

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